Desde 1995, solo dos eventos importantes han alterado significativamente la trayectoria del Índice de Precios de Viviendas de Puerto Rico: la Gran Crisis Financiera y el Huracán María. Como se muestra en el gráfico, el mercado de viviendas alcanzó su punto máximo justo antes de la crisis financiera, la cual desencadenó una fuerte contracción económica y una prolongada disminución de la población. Esta migración, junto con la pérdida de empleos, llevó a una corrección pronunciada de los precios de la vivienda.
El Huracán María, en 2017, marcó un punto de inflexión. Aunque intensificó el éxodo poblacional, también coincidió con el fondo del mercado de viviendas. Los valores de propiedad severamente depreciados atrajeron un renovado interés de compradores.
Tras la pandemia en 2020, las tasas de interés históricamente bajas y un abundante estímulo fiscal inyectaron liquidez al mercado. Este entorno impulsó el repunte de la vivienda, llevando el Índice de Precios de Viviendas de Puerto Rico a dispararse. La prosperidad posterior a la pandemia empujó los precios muy por encima de los niveles previos a la crisis.
No estoy incluyendo la pandemia como otro punto de cambio porque el cambio de tendencia ya había comenzado con María, pero sí aceleró el incremento de los precios.